Un Poco de Historia

Carlos Sackmann Muriel, creador de Casamú, en primera persona comparte sus memoria y vivencias.

Carlos, en su casa de la infancia en San Isidro. De fondo la pecera donde haría sus primeras «prácticas» de selección animal.

Cuando tenía 38 años tuve que llamar Casamú a la Cabaña que estaba empezando. Es un nombre de fantasía que está construido con las sílabas iniciales de mi nombre y apellido: CA-rlosSA-ckmann MU-riel. Tuvo que ser así ya que los prefijos que tenía elegidos para denominarla estaban ocupados en Registros Genealógicos y no se podían duplicar. De entrada me extrañó el nombre escogido pues me pareció muy personalista. Al cabo del tiempo me dí cuenta que esa elección no había sido casual y que algo del destino hizo que así fuera. Era evidente que en todo lo que posteriormente hice estaba muy marcadamente mi sello personal, siendo más notorio en los últimos emprendimientos.

«Creo que las casualidades no existen»,
solía decir Carlos. La foto de un rincón de su jardín en Casamú.

Desde chico tuve muy marcada inclinación por las plantas y los animales, favorecido por el medio que me brindó el hogar paterno. Entonces cuando llegó el momento de elegir los estudios terciarios, que son los que marcan la vida, no dudé por la Veterinaria “tirándome a la pileta”, pues era una profesión totalmente desconocida por mí y mi entorno, ya que papá era médico. Realmente, cuando los sentimientos están en armonía el resultado se potencializa y así me pasó a mí. Dediqué todas mis energías al desarrollo de la profesión que había elegido con orientación hacia la Producción y Reproducción Vacuna. Es así que entre otros asuntos de la profesión pude analizar, experimentar, desarrollar y documentar en plenitud la teoría de Jan Bonsma acerca de la adaptación de los vacunos al medio ambiente, que plasmé en un completo audiovisual que aún sigue siendo de gran interés.

Carlos con 38 años y Ana con 36 años daban comienzo a Casamú. En la foto en Beckton Farm, USA.

Me casé con Ana Braceras en 1970 y con ella hicimos varios viajes ganaderos a USA y Canadá invitados por Abdón e Irene Lizaso, Martín y Nené Lizaso y Javier Bargalló por la Cabaña El Solar de Ginés Perea. En uno de estos viajes compraron en conjunto a red line Citation 21k en Leachman Cattle, que fuera de trascendental importancia en la evolución del Angus Colorado en nuestro país. Además para cada una de las tres cabañas seleccionamos 10 vaquillonas preñadas seleccionadas en Leachman Cattle, en Billings del estado de Montana. En la misma oportunidad yo compré dos vaquillonas preñadas por Citation 21k (la estrella del momento) que fueron Firefly 2314 y Reena 2760, ambas hijas de Chinook 605. Vinieron en avión y llegaron al Lazareto de Buenos Aires en enero de 1980. Entonces considero esa la fecha de la iniciación formal de Casamú.

Vaquillonas compradas, en el lugar favorito de Jim Leachman.

Vacas fundadoras

Agromelú 225 GIFT.

Agromelú 159 AMANCAY.

Agromelú 185 CINTHIA.

Cochicó 4334 WALTRAUTE.

El Solar 278 DANIELA.

JHL 2761 REENA.

Red Line CITATION 21K.

Gure Echea 1625 MILUNA.

Todos los viajes que hicimos fueron para mí muy provechosos ya que tuvimos oportunidad de conocer las más importantes Cabañas de Angus Colorado de USA y Canadá que en la argentina prácticamente no había de ese color. Sin embargo, lo principal que capitalicé de esos viajes fue poder intercambiar conocimientos e ideas con los promotores de esa variedad de Angus que hacía poco se había diferenciado del Angus Negro, en aras de hacer mejores controles genéticos. Notablemente también el Red Angus se había fundado con las pautas selectivas de Jan Bonsma, por lo que no me costó nada interpretar el biotipo a criar. En uno de los viajes fuimos a Beckton para escuchar sus explicaciones. Un lujo para mí.

Contemplando a Choctaw Chief 373 en Wilson Farm.

Carlos y Ana Sackmann, Martin y Abdon Lizaso y Sally Forbes .

Completé el stock de vientres fundadores con la incorporación de 4 vacas obsequiadas por Abdón y Martín que seleccioné libremente de los planteles de Gure Echea y Agromelú que dirigía técnicamente desde 1965. Ellas fueron Miluna 1625, Rocío 1661, Gift 225 y Cinthia 185, todas ellas hijas de Choctaw Chief 373.

El plantel inicial lo completé con una vaca obsequiada por la Cabaña El Solar que fue Daniela 278, hija de Red Line Daniel Boone y otras 4 vaquillonas de Cochicó S.A. todas hijas de Agromelú 220 Choctaw “Cochicó”. A ambas cabañas también yo las dirigía técnicamente por aquel entonces. Considero fundadora también a amancay 159, otra choctaw chief comprada enseguida en un remate de Agromelú y a su hija Sophie 387 por Bieber Nomination.

Vaquillonas desembarcando en Ezeiza. Todos los vientres fueron importados de manera muy personal por la siempre eficaz y eficiente Dolly Colasurdo.

Durante los viajes que hicimos por USA y Canadá para conocer el Angus Colorado y para seleccionar los vientres, toros y semen que se compraría fue muy emocionante para mí el conocer en Wilson Farm al ya lejendario Choctaw Chief 373, en el que estaba fundamentando el orígen de mi Cabaña.

Jim Leachman con su orgullo del momento, Stampeder 60K.

Javier Bargallo, Fernando Sosa, Martín y Nene Lizaso y Ana Braceras de Sackmann.

Además aprendí un concepto que luego fue fundamental para el direccionamiento de Casamú. Visitando Beckton Farm, la infatigable Sally Forbes que fue la iniciadora de Red Angus en USA y estaba siempre con sus “récords” bajo el brazo, nos dijo con mucha autoridad que era imprescindible medir la producción de la hacienda si se pensaba trascender como pool genético e incluso pensar en exportar a USA. Nos llamó la atención sus palabras pues creíamos que haciendo la “pruebas de testaje” y siendo buen criador ya teníamos todo. Pero sus palabras me calaron muy hondo. ¡Gracias Sally!

«Es imprescindible medir la producción de la hacienda si se piensa trascender como pool genético»,
Sally Forbes

Más aún me marcó un comentario de mi admirado Jim Leachman con quien departí muchas veces visitando Leachman Cattle ya que sin lugar a dudas compartíamos la misma pasión por las vacas. El me hizo ver que para modificar genéticamente una población era imprescindible el apoyo en los DEP que recientemente empezaban a implementarse ya que la selección visual mantiene inalteradas las características genéticas de las poblaciones aunque creamos lo contrario. Sin embargo no había que descuidar la apariencia y conformación de los animales. Él era un maestro imbatible en las exposiciones, pero me explicaba que para evolucionar y mejorar un plantel era imprescindible basarse en las mediciones genéticas que uno quería direccionar.

«Para evolucionar y mejorar un plantel es imprescindible basarse en las mediciones genéticas»,
Jim Leachman

Este criterio también fue un acicate para insistir para que nuestra Asociación Angus implementara un sistema acorde, que pronto comenzó siendo PRONER y luego se transformó en E.R.A..

Ana Braceras de Sackmann, actual presidenta y compañera incondicional de Carlos.

Para el emprendimiento de la Cabaña siempre tuve el apoyo incondicional de mi familia sobre todo de Ana, que es la que sufrió más mis ausencias en aras que yo pudiera lograr mi objetivo. ¡Esas son mujeres! Es por ello que hoy en Casamú S.A. todos en la familia tienen una cuota muy importante del quehacer cotidiano de la Cabaña.

Alfredo Errazu con CSM 6 Radamés.

Plantel inicial en Casamú en Los Cardales.

Al plantel en formación lo manejábamos en un campo de poca superficie que luego lo fuimos aumentando, fruto de mi trabajo profesional, hasta llegar a 230 hectáreas. Estaba situado en Los Cardales a 60 Km. de Buenos Aires y era de calidad de suelo regular incluso con partes de bañado. De esa época cabe destacar la invalorable ayuda que me prestaron los dos empleados que tenía: Alfredo Errazu y José B.”Cacho” Bianchi, que para adaptarse a las circunstancias tuvieron que transformarse en Cabañeros y lo hicieron de manera muy competente.

Guachera para crianza artificial.

Primeros terneros nacidos en crianza artificial.

Con esos 10 vientres iniciales y otros más comprados en las liquidaciones de Cochicó, La Carmencita de Gassiebayle y El Solar comenzamos el proceso productivo.

Con los vientres fundadores hicimos uso masivo de la Trasferencia Embrionaria (T/E) que se empezaba a implementar en esos años, llevando inicialmente las Donantes al Centro de Trasplantes de La Primavera de Bustillo en Cañuelas. Las conversaciones acerca de las exposiciones con Mario Bustillo también me fueron de gran utilidad para lo que seguiría.

Los resultados de las transferencias que allí realizaba el Dr. Lionello Campara fueron muy buenos. Entre ellos destaco que miluna 1625 produjo 53 crías en su primer año de trabajo: creo que fue la Donante récord de ese año. Por su parte Gift 225 produjo a la que sería la madre de Yeroviá, entre otros productos trascendentes.

El Centro de trasplantes nos entregaba a los pocos días de nacidas las crías de T/E gestadas en vaquillonas Holando, de manera que hubo que implementar un sistema de crianza artificial al recibirlos; todo un trastorno. Al respecto guardo un recuerdo imborrable del Dr. Mario Ledesma Arocena como nutricionista en esa etapa inicial.

Carlos Munar en plena colecta de embriones.

Primer remate realizado en la cabaña, en los Cardales.

Hacia 1985 decidí cambiar el sistema de producción de embriones, para disfrutar de todo el proceso en Casamú con la tecnología a campo brindada por Carlos Munar y Asoc. con los que aún siguimos aplicando esta tecnología de avanzada. ¡Y ya van más de 25 años! Durante la primera época de la cabaña hice T/E para multiplicar mi pool genético inicial hasta que luego de unos años empecé a ver que los productos que aparecían de la cría natural de toros propios eran similares o superiores a los obtenidos por T/T y con un costo sensiblemente inferior. Siempre planteé la Cabaña como un medio de vida.

Desde un inicio siempre fue un objetivo de la Cabaña la obtención de los Toros Padres para uso propio. Me parecía la consecuencia lógica de seleccionar adecuadamente. Sin embargo dudaba y caía cuando me hablaban de toros importados o me mostraban fotos con comentarios impecables y finalmente compraba su semen.

El objetivo inicial al reproducir ampliamente el exclusivo material genético fundacional fue siguiendo las pautas selectivas del New Type, pero dándole mucha importancia a la corrección estructural y fertilidad, muy criticable en aquellos años.

El volumen de producción que lograba era escaso, por lo que la única manera de comercializarlo era a través de las exposiciones que decidí serían sobretodo las de Azul y Palermo. Además debía darme a conocer.

Una de las tantas jornadas técnicas. En la foto Carlos junto a Fernando Lagos y Juan Adolfo Lafontaine.

La Daniela 278 ya en Casamú produciendo.

Por lo mismo también hacía remates que organizaba en la misma Cabaña brindando al mismo tiempo Jornadas Técnicas, divulgando los temas más avanzados en Producción Animal, sanidad y manejo con el apoyo de los profesionales más reconocidos del medio en esos aspectos.

Mi especial agradecimiento a los Ing. Agrónomos Juan Adolfo Lafontaine y Fernando Lagos cuyas conversaciones y comentarios en esa etapa inicial me sirvieron para cimentar los objetivos de selección.

También cabe un sincero agradecimiento a las Cabañas que me acompañaron en todos esos remates conjuntos entre los que se distinguió el “Remate de los Colorados” que perduró durante muchos años.

Quisiera destacar especialmente a las siguientes Cabañas de Puro Controlado que dirigía técnicamente y que debido a mi vocación y orientación profesional acababa de formar: La Florentina de Lago Azul SA., manejada por Federico Lupp, posteriormente también con Puro de Pedigree; El Solar de Ginés Perea, dirigida por Ing. Agr. Javier Bargalló, que también tenía PP; Los Tigres de Lafontaine Hnos., dirigida por Juan A. Lafontaine, mi mejor interlocutor de aquellos años; Sauce Irú de María Elena Lizaso de Azcueta; Oma Nicki de Posavina SA., dirigida por Ing. Agr. Martín Llorente; San Juan de Alfredo Harriot e hijos; La Candelaria de Unity SA., dirigida por Ing. Agr. Andrés Murchison; La Auxiliadora de la Sucesión de Germán Bolaño; Tres Cardos de Raúl Lanusse; y Tres Marías de Helena y Marcela Helguera, dirigida por Ing. Agr. Rafael Aliaga, entre otras.

Preparando los toros para las Exposiciones.

Prueba de testaje en la Sociedad Rural de Del Viso.

En una primera etapa concurrí con todo éxito a las Pruebas de Testaje organizadas por La Sociedad Rural Argentina en su predio de Del Viso. En varias oportunidades logré los mejores animales en crecimiento y conformación en las diversas categorías que se hacían. Así descollaron animales que luego fueron trascendentes para mi plantel y los seguidores, tal el caso de CSM 4 Fafner, (Choctaw 3554/ Choctaw) y del RP 22 CSM Choctaw Citation “Oubaas”, ambos hijos de Miluna 1625.
En ese entonces la Prueba de Testaje era según mi criterio el mejor lugar para seleccionar Toros Padres y así también surgió Agromelú 648 Rechoctaw Citation “Sansón” que posteriormente fuera el abuelo materno de Yeroviá.

Carlos y el orgullo de presentar al Bi-Campeón en la inauguración de La Rural en 1990. El resultado de un trabajo artesanal, sin embargo en su postura y mirada se puede ver que iria por más, esto recién era el comienzo…

CSM 334 Yeroviá Bicampeón Angus Palermo 89/90. Cacho Bianchi y Carlos junto al toro.

El primer reconocimiento y logro del objetivo emprendido luego de concurrir 6 años a la exposición de Palermo, fue lograr el Gran Campeón Macho con el csm 334 yeroviá en 1989. Grande fue la emoción al obtener tan preciado galardón por todos los concurrentes a esa exposición. Evidentemente había aprendido la lección y a sintonizar con el ambiente de las exposiciones luego de algunos años de “cerrar la tranquera” y comenzado la tarea de manera muy personal y artesanal. Sin lugar a dudas Yeroviá era un animal muy llamativo y diferente, básicamente porque irradiaba salud y ganas de vivir, (léase capacidad de adaptación al medio) con el biotipo exacto que se estaba buscando, pero sin defectos. Un prestigioso criador y jurado americano que seguía el juzgamiento desde la tribuna de los Hereford (Mr. George Ellis) dijo: “Parece un bañero en la playa y el resto de los toros son los bañistas”.

Tapas de la Revista Chacra resaltando los bi-campeonatos.

A pesar de los comentarios de mis colegas cabañeros me propuse mostrarlo nuevamente al año siguiente exponiéndome a un fallo desfavorable, menoscabando el éxito original. Pero mi objetivo tenía mucho de didáctico y era mostrar un animal prototipo de lo que idealizaba el New Type pero de constitución normal, con evidencia clara de su capacidad de adaptación y virilidad (me considero el principal seguidor de los criterios selectivos de Jan Bonsma en nuestro país) pero sin achaques ni aplomos defectuosos como era muy común en ese entonces. Le había puesto un nombre guaraní adecuado y ahora no podía desdecirme: Yeroviá significa “aquel en el que yo confío”. No me equivoqué en la corazonada y realmente todo el público asistente además del jurado vio lo que era evidente y fue elegido unánimemente como primer Bi-Campeón Angus Colorado luego de 104º exposiciones en Palermo. No quedaba duda que la constante búsqueda de la excelencia era una condición muy arraigada en mí y daba sus frutos.

«El Angus colorado también es Aberdeen Angus», apartir de este momento el crecimiento del Angus colorado seria imparable.

En esa oportunidad acuñamos y publicamos en La Nación la frase: “El Angus Colorado, también es Aberdeen Angus”, debido a la resistencia que a ese color había entre los criadores, sobretodo en el ambiente palermitano. La gran difusión de la variedad colorada en todo el país se inició con este acontecimiento y muchas Cabañas de colorado se beneficiaron con este hecho.

Con Alberto Sosa Gautier, dueño de CSM 318 Iporavé, Gran Campeón Expo Asunción 1989.

Grandes Campeones en la Expo de Paraguay. Cacho Bianchi, Carlos, Joaquina y Juan Sackmann, Alberto Sosa Gautier, Fernando sosa y su hermano.

Ese mismo año logramos igual triunfo en Asunción del Paraguay con el CSM 318 Iporavé y la Campeona Hembra con CSM 229 Reena, además de otros campeonatos. Evidentemente sintonizábamos el biotipo, la crianza y la presentación que siempre siguió siendo muy artesanal: yo los preparaba haciéndole los pocos cortes de pelo que requerían y Cacho los amansaba y presentaba.

También ese año en Esteio logramos el Campeón dos años con un hijo de Yeroviá: CSM Famoso. ¡Triplete!

Grandes Campeones con Pardo Suizo. en la foto Juan.

Paralelamente también criaba Pardo Suizo y varias veces logré el gran campeón macho y hembra de Palermo. Dejé este emprendimiento por falta de demanda de esa noble raza.
En ese primer momento de la expansión de Casamú, hicimos una cantidad de exportaciones de vientres y reproductores en pie a Paraguay, lo que me sirvió el reconocimiento actual de ser el introductor del Angus Colorado en ese medio. Todavía hoy los descendientes de los toros y vientres oportunamente exportados tienen galardones máximos en la Expo de Asunción.

Es de destacar el fundamental apoyo que siempre tuve por parte de Alberto Sosa y su hijo Fernando, para sortear todos los escollos de la exportación y remates propiciados. En “Coe-yú” el campo de ellos en el Chaco Paraguayo estaba dirigiendo la absorción del ganado nativo muy acebuzado, con Angus Colorado. Luego de 20 años de trabajo la tarea culminó con el rodeo Brangus Colorado más numeroso y productivo de ese país, si bien no llevaba registros.

Angus colorado en el trópico.

Brangus colorado en Coé Yú, chaco paraguayo.

Las exportaciones fueron direccionadas también a Brasil organizando un remate en Uruguayana junto a mis habituales acompañantes: “Remate sin fronteras”, al crearse el Mercosur. Entre todos hicimos una irrupción masiva de Angus Colorado a Río Grande do Sul.

Durante varios años tuve varios vientres en sociedad con la Cabaña Catanduva de Fabio Gomes y además llevaba hembras y reproductores a vender en su afamado Remate anual. Este convenio me sirvió también para hacerme conocer en ese medio y muchos descendientes de esos vientres dispersos por todo el Brasil, pero sobretodo en Catanduva aún siguen teniendo descollante actuación en Esteio y Londrina, que es de lo que me entero.

La etapa de participación en exposiciones duró hasta 1996 coincidente con el logro de mayor volumen de producción pero fundamentalmente por no quedarme satisfecho con el resultado de las mismas ya que los logros dependían del juicio antojadizo de un jurado al que para seducirlo favorablemente había que hacer prácticas de manejo y nutricionales cada vez más sofisticadas, que yo no compartía y estaban alejadas de la cotidiana realidad productiva. Por otro lado no encontraba progreso en la productividad de los animales presentados aunque los éxitos que lograba, si bien era grato recibirlos, los consideraba efímeros y sin trascendencia.

Remate inauguración en Casamú Atucha, 1997.

Carlos y Ana.

Recorrida por el nuevo campo.

Comienza una nueva etapa

En 1996 debido a la valorización inmobiliaria de la zona y las mejoras paisajísticas que había realizado, cambiamos a igualdad de capital, el campo de Los Cardales por 1400 hectáreas al norte del partido de Zárate, lindante con la Estación Atucha del ferrocarril a Rosario. Tiene una amplia zona del bañado del río Areco (550 hectáreas) y el resto de la superficie es con suelo de muy buena aptitud agrícola.

Fue éste el motivo final que me decidió a abandonar definitivamente la concurrencia a exposiciones para entonces poder direccionar la selección hacia pautas más tangibles y seguras de progreso genético en consonancia con la realidad productiva. Las palabras de Jim Leachman todavía resonaban en mis oídos, sobretodo luego de visitarme en Los Cardales, poco tiempo antes de hacer irrupción en la Argentina con su genética.
Es así como empezó la etapa de la producción pastoril.

Vacas en campos bajo y plantaciones de arboles en todo el campo.

Suelo agrícola.

El jardín y la vacas, una pasión que pudo terminar de expresar en este nuevo campo.

Como para nosotros el cambio de campo fue un hecho muy trascendente hicimos una inauguración formal con el objetivo de agradecer públicamente a todos los que nos ayudaron en la operación financiera y en la mudanza. Vinieron más de 200 personas entre amigos, familiares y niños.

También dimos una vuelta por el campo en los autos por los nuevos caminos que habíamos abierto, luego del consabido asado y los brindis. Fue un muy grato momento pero me preocupaba saber todo lo que faltaba hacer para ponerlo en funcionamiento pues estaba casi abandonado y carente de toda estructura productiva.

Era de los desafíos que a mi me gusta asumir, empezando todo de cero, pero por querer lograrlo ya e inmediatamente como era mi modalidad, en vez de hacerlo paso a paso como se debe, casi me cuesta la vida y tuve un cuestionamiento serio por parte de mi corazón. Realmente fue un planteo el que me hizo. Tuve que comprender y capitalicé muy bien el hecho que era imprescindible que hiciera un marcado cambio de actitudes y modalidades para poder continuar y disfrutar de la vida como hasta ahora. Caso contrario el cuerpo me pasaría la factura.

Miguel Brontes, encargado en Cardales y Atucha.

Nino Fernandez, encargado actual en Atucha.

Carlos junto a Juan Adolfo Lafontaine.

Tengo que mencionar a mis nuevos colaboradores para esta etapa, Miguel Brontes y Bernardino (Nino) Fernández ya que sin su acción intensa y apoyo incondicional no hubiera podido poner las cosas en orden como para continuar la producción.

También debo mencionar a dos amigos que me encauzaron para la explotación de un campo mucho mayor que las pequeñas extensiones que acostumbraba manejar. Ellos son los Ing. Agr. Eduardo Ramos y Diego Ustariz, además del siempre incondicional Juan Adolfo Lafontaine.

Al poco tiempo hice la mayor venta particular de vientres para la fundación del plantel de San Leoncio de Richard Handley que compró alrededor de 200 vientres preñados, paridos y vaquillonas. Ello niveló mis finanzas y me ayudó a manejar mejor los vientres con los que me quedé, seleccionados por tipo y la incipiente información E.R.A., ya que el apotreramiento e instalaciones eran muy rudimentarias.
Estaba todo por hacer y se hizo.

Paso a paso se logró. Noviembre de 2006, Casamú en orden y produciendo.

Expansión y nuevas generaciones

A principios del 2000 nuevas generaciones comienzan a hacer sus aportes en la empresa. Primeramente, Pancho, mi yerno comienza a involucrarse en las ventas en los remates logrando mayor comunicación con los clientes. A sus vez Soledad, mi segunda hija toma la responsabilidad de los registros genealógicos que para la época, por el volumen del pedigree, requería un seguimiento especial. Otro gran aporte fue la  incorporación de Candelaria, mi tercera hija que toma la dirección de la administración junto a Ana. Por último, Juan, mi único hijo varón, asume la responsabilidad de definir la marca Casamú, tanto desde el marketing como desde la publicidad respondiendo a todo los requerimientos gráficos de la empresa. En 2006 Juan comienza a trabajar full time, realizando diferentes trabajos de campo y conociendo desde adentro el negocio.

Familia Casamú.

Todos estos movimientos posibilitaron la profesionalización y el crecimiento de Casamú, generando un cambio generacional orgánico. En 2012 Juan toma la dirección general de la empresa. Al mismo tiempo, el Vet. Ignacio Cabo Braceras, mi sobrino y discípulo comienza a trabajar a mi lado para posteriormente poder cumplir el rol de director técnico y de producción de Casamú.

Post-remate Octubre 2013. Pancho Fattorini, Ignació Cabo, Marcos Achaval (rematador), Carlos Sackmann y Juan Sackmann

Entrega de Premios a la excelencia Agropecuaria 2018. Casamú nominado entre los mejores del campo Argentino.
Esteban Cabo (Administración), Juan Sackmann (Gerente General), Ana Braceras (Presidenta), Ignacio Cabo (Director Técnico).

× Chat online